martes, 11 de noviembre de 2008

A mi gran amiga del alma...

Hoy pensé en ti, tal y como hago a diario. Me hiciste creer en aquello que creía perdido o creía no era para mí; el derecho a una amistad como la tuya.
Hemos llorado y reído juntas.
Hemos suspirado de alegría y de emoción no importando la ocasión. Tus palabras han sido las que han abrazado mi alma en noches de soledad y desconsuelo. Me enseñaste que las lágrimas de vez en cuando son buenas y que con ellas aprendemos a purificar nuestra alma y espíritu.
Demostramos que una verdadera amistad no conlleva necesariamente años, sino que se forma de momentos y experiencias especiales como las que tu y yo hemos compartido en poco tiempo.
Me demostraste tu cariño siempre que podías. Me enseñaste a quererte de manera sinigual y a conocerte cada día más. Mi corazón siempre está contigo.
No importa que estemos lejos, nuestra amistad trasciende las barreras y desafía la distancia. No necesitamos decir una palabra cuando algo sucede pues nuestro silencio nos delata y es nuestro corazón el que por nosotras habla. Eres increíble y especial y por eso hoy te digo que conmigo siempre puedes contar. Solo recuerda el no dudar, que eres MI GRAN AMIGA DEL ALMA.
Eres la hoja dorada de mi arbol... ya lo sabes! Te quiero tanto y te extraño tanto...
(Maru)

1 comentario:

Carmen // Maru dijo...

Creo en tí amiga:
Si tu sonrisa es como un rayo de luz
que alegra mi existencia.

Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.

Si compartes mis lágrimas y
sabes llorar con los que lloran.

Si tu mano está abierta para dar y
tu voluntad es generosa para ayudar.

Si tus palabras son sinceras y
expresan lo que siente tu corazón.
Si sabes comprender bondadosamente mis debilidades y
me defiendes cuando me calumnian.
Si tienes valor para corregirme amablemente. ,
y brindarme buen ejemplo.

Si tu amistad me lleva a amar más
y a tratar mejor a los demás.
Si no te avergüenzas de ser mi amigo
en las horas tristes y amargas.